7 de junio de 2010

Soñemos

 




Soñemos....


La vida es como un columpio, nunca sábes cuando se va a parar. Por esa misma razón sueña, porque el loco ritmo de este mundo a veces te lo hace olvidar. Sueña, apartando el vértigo a volar, el temor de no poder sueños inalcanzables alcanzar. Piensa en superar los obstáculos más difíciles que jamás imaginaste, piensa en atravesar barreras y olvidarte de los problemas. Ten en cuenta que las personas vienen y van. Las personas son barcos que nadan a la deriva en busca de la orilla llamada felicidad. Son barcos cuyas luces puedes divisar a lo lejos entre la tenebrosa oscuridad del mar. Es difícil saber con precisión si se acercan o se alejan, pero puede llegar a ser evidente que un segundo es suficiente para que su luz desaparezca tras la línea relativa del horizonte. Y quizás, ahora es cuando te sientes solo entre tanta oscuridad. Es miedo, miedo a tropezar y no tener donde caer. Es miedo, miedo a que no haya nadie quien te pueda levantar. Pero el mundo no se va a parar para esperarte y la Tierra no dejará de girar ni por un solo instante. A veces es tan complicado asimilar que el pasado ya es historia y el presente mucho más que un regalo sin remitente, sin un remitente para poder dar la gracias o tal vez pedir perdón. ¿Entonces por qué nos aferramos más al pasado si es más que historia que sólo deja incómodas nuestras almohadas y no al presente que es un apreciado regalo? Es incomprensible, pero lo más comprensible del mundo es que sea incomprensible. No hay que permitir que ninguna dificultad convierta nuestros sueños en un mar de lágrimas que se escapa entre nuestros dedos. Ahora sueña un poco más. ¿Qué no darías por una sonrisa que deje en blanco tu pensamiento? ¿Y qué no darías por un gesto capaz de limpiar tu pasado? Las personas dan mucho por algo que piensan que merece la pena. Pero las personas solo son capaces de dar todo cuando no piden nada a cambio. Nunca es tarde para regalar, nunca es tarde para soñar. Sólo se le hace tarde a un perdedor. Sueña, sueña con ser un náufrago sin rumbo ni dirección perdido entre el misterio de aquella isla desierta. Alguien que no sabe a donde va, sólo sabe que tiene que llegar. Sueña, sueña con que este sea el momento y el lugar. Y ahora despierta, y haz tus sueños realidad.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario