Nada es real
pero ya nada tiene sentido.
Atrapada en ingravidez,
estado de mi mente sin estado sin espacio-tiempo.
Mi mente en ocaso, en eclipse, en amanecer, en muerte, en nacimiento
Todo a la vez.
Alumbran destellos de escepticismo
desde las profundidades de mi ser.
¿Y si es verdad que nos desvanacemos ?
¿Y si es verdad que todo es nada y un nada es todo?
En suspense...
En coma.
Mazmorras gélidas,
tan congeladas,
tan devastadas por la tempestad infernal.
pero hay una luz...
Sofocadas tentaciones,
escarlatas pasiones,
luces de neón en niebla benévola,
niebla nefasta como la vida misma.
Metamorfosis surrealista.
Catalizador de la nada.
La nada se acelera
y engloba,
y engulle:
engulle un todo.
Todo.
Un todo transformado en nada,
un nada esta vez sin sentido.
Metamorfosis surrealista.
Pero hay alguien allí,
al final del túnel oscuro.
Oigo pasos.
Hay alguien allí.
Alguien con una linterna,
que se acerca, que se acerca, que se acerca ...
Sus pasos resuenan.
¿Vendrá a mí?
No lo sé.
Oscuridad
Humedad.
Humedad de este tenebroso túnel,
viaje hacia los adentros de mi ser,
lagunas de lágrimas,
risas,
ecos y ecos y ecos
¿Del más allá?
Y vacío y vacío y vacío.
¿Vacío?
Ingravidez.
¿Miedo?
No, miedo no hay.
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